Hacia una arqueología de la inmersión visual. Reflexiones sobre la pantalla en el estereoscopio de Wheatstone y el Sensorama de Heilig.
Cuando nos referimos a la inmersión visual, imaginamos un desplazamiento hacia un espacio virtual en el que nos sumergimos y con el cual interactuamos. Planteamientos asociados a la sumersión, como el tópico del viaje, ya se presentaban en imágenes publicitarias de principios del siglo XX. En el presente artículo, estableceremos que estas nociones de inmersión se han desarrollado desde mediados del siglo XVIII, específicamente con la creación del estereoscopio lenticular en el año 1851. Empleando como enfoque metodológico la arqueología medial, demostraremos que dispositivos como el estereoscopio (s. XVIII) y el Sensorama (s. XX) no sólo transformaron la forma de visualización, sino que también ofrecieron experiencias inmersivas que vinculaban al espectador con espacios tanto físicos como virtuales.